Tenemos que aprender a amar todo lo que tenemos, ya sea mucho o sea poco, ya sea lo que quisiéramos tener o lo que no porque solo si lo hacemos seremos personas plenamente felices y agradecidas con la vida.
Si nos la pasamos recriminando por lo que no tenemos no podremos darnos cuenta de lo que sí tenemos y esa es una de las peores cosas que le puedan pasar a alguien. Asi que empieza a quejarte menos y en cambio sé más agradecido con lo que Dios y la vida te ha dado.