No sé qué pasó, no sé qué hicimos para que todo cambiara y para que hoy ya no sea lo mismo. Tú actúas diferentes, te ves diferente y me tratas diferente, eso es algo que no podemos negar y que está cambiando la manera en que te miro.
Extraño lo que eras y cada día tengo más miedo de ver en lo que te has convertido, ya no eres aquel hombre trabajador que me regalaba rosas todos los viernes sino que ahora ya ni recuerdas decirme buenos días o de preguntarme ¿cómo estoy?
Así no podremos continuar y aunque me duela tengo que tomar una decisión, tengo que dejarte.